Comenzar un proceso donde nuestras emociones están jugando un papel importante para obtener un cambio o mejora personal, exige una “actitud de apertura”. Si realmente no estamos motivados o simplemente creemos que leyendo un libro lograremos algo concreto, estamos lejos de entender que la práctica es esencial.

Apertura significa tener la disposición y hacerse el espacio mental y emocional de que entrenando se desarrolla cualquier musculo, físico o emocional y podemos modificarnos.

La experiencia con alumnos nos ha demostrado que la apertura personal, la disposición para aprender e integrarse a un proceso, es primordial, y los mayores o menores avances se ven exclusivamente delimitados por este factor.