La Cronémia es el estudio, uso y estructuración del tiempo principalmente en la comunicación y depende del contexto social o cultural donde se aplique.

La cronémia forma parte del comportamiento no verbal, la distribución de tiempos en acciones cotidianas formales y no formales en base a la acción e interacción entre las personas. Influye directamente en nuestra imagen en como nos pueden percibir y como percibimos a los demás.

CRONÉMICA CONCEPTUAL

Es el valor cultural de conceptos como puntualidad, impuntualidad; prontitud

CRONÉMICA SOCIAL

Es la forma de estructurar las actividades diarias (desayunar, almorzar, cenar); o determinadas actividades sociales (llamar por teléfono)

CRONÉMICA INTERACTIVA

Es la duración de los signos con los que nos comunicamos y que aportan valor informativo, como por ejemplo, la mayor o menor duración de un saludo o despedida; de un abrazo, del estrechamiento de mano, de un beso.

Este uso en gran medida es cultural pero también es un comportamiento individual que depende de la educación recibida, la personalidad, el entorno o el sexo.

Hay personas que invierten su tiempo en hacer una sola actividad (monocronía) mientras que otras pueden dedicar su tiempo a varias tareas simultáneamente (policronía). Esta característica determina perfiles profesionales distintos y, serán mucho más eficaces en sus puestos de trabajo, si se tiene en cuenta el tipo de tarea que tienen que desarrollar.

Para efectos expositivos la cronémica debe ser considerada importante ya que muchas veces la mejor forma de comunicar y accionar en ciertas circunstancias dependerá básicamente de este factor.

Entender la Cronémia es entender que no todos los públicos y la comunicación que podemos establecer se rigen por los mismos factores.

Las distintas culturas, tanto sociales, empresariales o de públicos objetivos, obedecen muchas veces a una cronémia específica que debemos considerar para obtener los mejores resultados comunicacionales y llegar con mayor efectividad.